El mandatario norteamericano reavivó las diferencias con el SEO de Tesla y aseguró que «sin subsidios» regresaría «a Sudáfrica»
La tensión entre el presidente Donald Trump y el empresario Elon Musk alcanzó un nuevo pico este martes, luego de que el mandatario sugiriera públicamente que podría evaluar la deportación del CEO de Tesla y SpaceX, en respuesta a sus duras críticas al proyecto de ley de gasto federal que se debate en el Senado.
“¿Deportar a Elon? No lo sé. Tendremos que echarle un vistazo”, declaró Trump ante la prensa desde la Casa Blanca, antes de partir hacia un centro de detención de inmigrantes en Florida. La frase, lanzada con tono ambiguo, encendió las alarmas en el mundo político y empresarial.
Elon Musk, nacido en Sudáfrica y ciudadano estadounidense desde 2002, ha sido uno de los principales críticos del megaproyecto presupuestario impulsado por Trump, al que calificó como “descabellado” y “una traición a la innovación tecnológica”. En su red social X, Musk advirtió que si se aprueba la ley, impulsará la creación de un nuevo partido político: el “Partido de América”.
Trump no se quedó atrás. Además de cuestionar el estatus migratorio de Musk, amenazó con retirarle los subsidios federales a sus empresas: “Sin subsidios, Elon probablemente tendría que cerrar y regresar a Sudáfrica. Se acabarían los lanzamientos de cohetes, los satélites y la producción de autos eléctricos, y nuestro país ahorraría una fortuna”.
También ironizó con la posibilidad de que el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una entidad simbólica que Musk presidió hasta mayo, investigue a fondo los fondos públicos destinados a sus compañías.
Las declaraciones provocaron una caída del 6% en las acciones de Tesla en el pre-market de Wall Street, reflejando la preocupación de los inversores por una posible ruptura entre el gobierno y uno de los principales referentes de la industria tecnológica.
